El Globo jugaba de local y tenía la esperanza de cortar una seguidilla de cuatro partidos sin triunfos. No lo pudo conseguir, pero el punto que rescató sobre la hora tuvo el dulce sabor de la victoria porque lo consiguió cuando parecía que se quedaba con las manos vacías
Luego de un primer tiempo parejo, Independiente se puso en ventaja tras una buena definición de Juan Lucero y Huracán comenzó a desdibujarse al punto de quedar expuesto a perder por más de un gol. Sin embargo, el equipo de Avellaneda no tuvo precisión en la definición y dejó con vida al local.
El partido se iba y los de Mauricio Pellegrino sumaban tres puntos que los metían en el top five de la tabla de posiciones, pero Ramón "Wanchope" Ábila entró en escena y puso el empate 1-1 que se festejó con muchas ganas en Parque Patricios. Es que peor es nada...
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