La selección Sub 23 de Primera B sigue su paso firme de cara a India 2016. Y así, como van dándose las prácticas también van apareciendo historias de vida de cada uno de los jugadores que integran el plantel encabezado por Julio Olarticoechea.
Esfuerzo, sacrificio, sueños y alegrías son algunos de los condimentos que hacen de cada una de estas historias algo interesante. Muchos de estos jugadores del Ascenso, quizás, nunca creyeron que hoy vivirían esta realidad.
Vestir los colores celeste y blanco siempre fue un sueño para Bruno Piatta, Fabricio Espósito y Horacio Balbuena, arquero, mediocampista y defensor de Barracas Central y así lo cuentan: “La oportunidad de entrenar en la selección es un sueño, es lo máximo que puede aspirar un futbolista. La verdad me siento un privilegiado de poder formar parte de este proyecto. Se tienen las mejores sensaciones y me predispone a hacer las cosas de la mejor manera”, cuenta Bruno, nacido en Boedo el 1 de septiembre de 1993. “Este año pensé solo en hacer un buen año en inferiores y en tan poco tiempo estar en Primera y ahora en la selección, la verdad que es algo único”, agrega Horacio Balbuena, oriundo de Capital, quien nació un 2 de marzo de 1995.
Pero detrás de la exaltación que la convocatoria les provocó, hay otro mundo. El mundo real, el del día a día. Que puede o no coincidir con el fútbol, pero que igual ocupa otra parte de la vida de estos tres chicos. Espósito, nacido el 17 de agosto de 1993 en Sarandí, divide sus tiempos entre números complicados, ecuaciones, asientos y una pelota: “Además de entrenar, a la noche voy a la facultad donde curso la carrera de Contador Público”. Balbuena también ocupa su tiempo pensando en su futuro: está terminando sus estudios y ayuda a sus padres trabajando.
Sin embargo, el mediocampista y el defensor no son los únicos que se reparten entre dos actividades, Bruno Piatta suma a su excelente desempeño como jugador, el de entrenador de los más pequeños: “Trabajo como entrenador de baby en Huracán, el mismo lugar donde yo jugué de chico. Entreno específicamente a los arqueros y soy, además, DT de toda una tira”.
Pareciera que las historias se repiten pero lo que tienen en común es la ambición de superarse, de armar su propio destino dentro del mundo futbolístico pero también de forjar un futuro que los sustente en los avatares de esta difícil carrera que eligieron, donde solo llegan a la excelencia unos pocos.
Agradecidos con sus mentores que los llevaron a dar sus primeros pasos en el Ascenso, son concientes que un nuevo desafío se presenta en sus vidas. Dependerá de su esfuerzo, tenacidad y, por qué no, un empujón azaroso del destino que la participación en esta selección sea un peldaño más en sus prometedoras carreras.