17/07/2020

De la mano de Sergio Goycochea, Argentina eliminó por penales Italia y se clasificó a la final del Mundial 90

Sergio Goycochea aquel día se convirtió en leyenda, en el ‘Goyco’ para toda la eternidad, en 'el' arquero que ataja penales decisivos. La historia había comenzado tres días atrás, cuando detuvo dos remates en la definición ante Yugoslavia. Aquella jornada ante Italia, en el San Paolo de Nápoles, se erigió para la eternidad en un desenlace que quedó en la historia grande de nuestra historia futbolera.

Semifinales del Mundial de 1990. Italia, firme candidata a quedarse con el título por historia y localía, recibía al vigente campeón, a la Selección de Maradona, quien había divido a los hinchas locales por su historia de amor con el Nápoli. Argentina controlaba la pelota, mientras que los europeos lastimaban con réplicas veloces. Tal vez en lo que fue el mejor momento del equipo dirigido por Carlos Bilardo llegó el gol de los locales de la mano de Salvatore Schillaci. Sin embargo, no bajó los brazos y, a los 22 minutos de la segunda mitad, el Vasco Olarticoechea tiró un centro desde la izquierda que encontró la cabeza de Caniggia, quien se anticipó a Riccardo Ferri y al arquero Walter Zenga para marcar al 1-1. Una conquista que con el correr de los años quedó un poco en el olvido porque el mismo protagonista le convirtió a Brasil y por la figura del Goyco, que acaparó todos los flashes ese encuentro. “Ambos tantos los pongo al mismo nivel”, declaró hace un tiempo Cani en una entrevista radial. Lo cierto es que allí estuvo otra vez él, con un gol clave, importantísimo en el recorrido en ese Mundial.

Tras la igualdad se disputaron dos tiempos suplementarios, donde Argentina sintió el esfuerzo físico tras 120 minutos jugados ante Yugoslavia tres días antes. A la hora de los penales, la historia es conocida. Con la definición 3-3 (convirtieron José Serrizuela, Jorge Burruchaga y Julio Olarticoechea), el Goyco le atajó el cuarto penal a Roberto Donadoni y luego convirtió Maradona. El desenlace se dio tras detener el remate de Aldo Serena. Inmediatamente el arquero argentino emprendió una corrida hacia sus compañeros, levantando eufórico el puño derecho mientras saboreaba la heroica celebración. Los italianos, atónitos, miraban a un plantel de futbolistas criollos que estaban abrazados y escuchaban los rugidos tras nueva epopeya en nuestra historia. "El festejo tras atajar el penal es mi mejor recuerdo del Mundial 90. Fue la representación más lúdica de lo que es este fútbol bendito: correr con un estadio enmudecido y escuchar sólo el grito de mis compañeros”, explicó el héroe de guantes y buzo colorido.

Contexto

La participación de Argentina en Italia 1990 no había arrancado de la mejor manera. Actual defensor del título, tras coronarse en México cuatro años antes, comenzó su camino con una sorpresiva e inesperada derrota por 1-0 ante Camerún. Se recuperó con una victoria por 2-0 ante la Unión Soviética e igualó en la última fecha 1-1 ante Rumania. Con tres puntos (en aquel entonces se daba dos unidades por triunfo), se clasificó como el mejor tercero, motivo por el cual accedió a los octavos de final. Luego llegó el histórico duelo ante Brasil y la angustiosa clasificación por penales frente a Yugoslavia.