Como todo chico amante del juego de la pelota, Agustín Dallera se inició en la disciplina junto a sus amigos. Poco tiempo después, aún como infante, abandonó el cemento para pisar el verde césped de Ituzaingó. Allí forjó una calidad distintiva, “durante once años”, que le permitió mudar su estilo a la arena. Sí, “estuve en Fútbol Playa entre 2007 y 2011, cinco años en los que participé de dos Mundiales con varios de los jugadores que hoy están compitiendo”.
De esta forma, demostró que su habilidad le permitía alternar dos oficios: “Hice toda mi carrera en Ituzaingó, desde Inferiores, aunque durante algunos años me dediqué sólo al fútbol de playa”, cuenta Agustín. Claro, fueron cuatro años en los que sus pies descalzos hicieron piruetas para cautivar la red rival. Aunque, en un abrir y cerrar de ojos, el fútbol le calzó los botines nuevamente, para terminar su trayectoria en el club de Primera D.
Y el día elegido para colgar los tapones fue el 21 de octubre de 2015, día en el que Agustín Dallera decidió inscribir su nombre, nuevamente, sobre la arena. ¿Cómo se sintió el regreso? “Fueron casi cuatro años alejado de esta cancha, así que me costó un poco, pero espero ir retomando el ritmo con el entrenamiento”, confiesa el protagonista, y agrega: “la semana pasada jugué mi última fecha en Ituzaingó; ahora quiero meterme de lleno en el Fútbol Playa”.
El cierre de la nota, con una intención bien marcada: “Mi primer objetivo es volver a tomar el ritmo de la disciplina e integrarme a un grupo donde hay algunos jugadores con los que compartí plantel durante los años que estuve y otros tantos a quienes empiezo a conocer. Y, de a poco, quiero ir sumando prácticas para volver a competir”. ¡Bienvenido de nuevo, Agustín!