Combinación de compañeros y amigos: centro preciso de Pablo Zabaleta, con quien también comparte la camiseta del Manchester City, y anticipo ofensivo, de cabeza, como si midiera mucho más de los 172 centímetros que denuncia su currículum. Sergio Agüero volvió a ser decisivo en Argentina. Como en el debut, cuando gambeteó al arquero Silva, de Paraguay, y marcó el primer gol de la Selección en la competencia. Y en el clásico rioplatense, su grito valió triple: decretó el triunfo del elenco que dirige Gerardo Martino.
Ya en la primera etapa había avisado de arriba, con un testazo bajo que obligó al revolcón de Muslera. Además, el Kun inquietó con movilidad y gran momento físico, hasta que fue reemplazado (sufrió un traumatismo en el hombro izquierdo; le harán estudios por precaución). "Jugamos, luchamos y nos llevamos con mucho merecimiento el clásico. Muy felices por el triunfo. A seguir alentando, ¡Vamos Argentina", tuiteó, feliz con su obra. Y la de todo un país.
Las canilleras mágicas
Las exhibió @Argentina antes del partido: el Kun saltó al campo con canilleras especiales. En ellas está Oliver Atom, protagonista de los dibujitos futboleros "Supercampeones". "Con Benja (hijo de Agüero) veíamos siempre Supercampeones. Le dije, ¿querés que me haga canilleras con Oliver Atom?", comentó el atacante. ¡Y le trajeron suerte!