10/11/2016

El Mineirao, la sede del gran duelo

Cruzeiro oficia allí como local. Fue inaugurado en 1965, aunque sufrió remodelaciones y en 2013 fue reabierto con capacidad para albergar más de 60.000 espectadores. Campo con ancho y largo por cubrir (115 metros por 76), instalaciones modernas con paneles solares para abastecer de energía al estadio. Un orgullo del estado de Minas Gerais. Y un terreno conocido para la Selección Argentina, y para las pupilas de los fanáticos de la Celeste y Blanca. 

 

En el Mineirao, el 21 de junio de 2014, Lionel Messi dejó saalir de su galera uno de los conejos con los que sorprende al mundo. En tiempo de descuento, dibujó un remate imposible para que la Selección superara 1-0 a Irán, por la primera fase del Mundial de Brasil. Dicho césped volvéra a pisar el capitán argentino, convocando a los duendes que lo imspiraron en aquella obra.

 

En 2008, antes de la remodelación, el Mineirao fue sede del último Brasil-Argentina en tierras verdeamarelhas por Eliminatorias. En aquella ocasión, el partido terminó 0-0. Y el 2/6/2004, camino a Alemania 2006, otra vez el estadio de Belo Horizonte fue el hogar del clásico Sudamericano. ¿El resultado? 3-1 para Brasil. Ya en el 75, durante la Copa América, la ciudad había sido sede de este encuentro de atención planetaria. El score había sido 2-1 en favor del local. 

 

Que el recuerdo más fresco, el de la gema esculpida por Messi frente a Irán, sea el que se imponga.