Un día como hoy, hace cuatro años, el país amanecía con la triste noticia de un accidente fatal en el subterráneo de Buenos Aires. Lo que empezó como un rumor se confirmó en minutos: se trataba de Matías Kruger, jugador de futsal de Boca Juniors y la Selección Argentina, que trabajaba como operario en la red vial.
Una terrible noticia, que tenía como protagonista a un jugador con gran presente y futuro en la Selección Nacional. Matías había nacido en Villa Lugano el 27 de marzo de 1992 y tenía apenas 24 años, había sido citado a la Selección que dirigía Diego Giustozzi para una serie de enfrentamientos con la Selección de EEUU en 2014 y empezaba la preparación para la Copa América y la Eliminatoria a la Copa del Mundo.
Su nombre se volvía recurrente en las convocatorias y ese mismo año Kruger fue citado para jugar un partido entre Argentina y Brasil sobre una pista de 40 x 20 montada en el Estadio Mundialista Mané Garrincha, de la Ciudad de Brasilia, que sería, y es aún hoy, récord con una asistencia de 55.00 personas.
En 2015 Matías Kruger se consagró campeón de América, en Ecuador, torneo que el país no ganaba desde el año 2003. Ese año salió también campeón con Boca Juniors en la edición del Torneo Nacional jugado en Santiago del Estero.
En julio de 2016, Kruger fue convocado para integrar el Seleccionado con jugadores que todo el país que viajó a Brasil para una gira de cuatro partidos amistosos, dirigidos por quien hoy es técnico de la Selección Mayor, Matías Lucuix.
Terrible pérdida, una pérdida inabarcable para su familia, pero también para sus compañeros de trabajo en subterráneos, que no brindaron servicio ese día en homenaje, para Boca Juniors, en cuya casa fue velado y despedido Matías y donde los compañeros lo recordaron luego usando una camiseta con su nombre, y para los seleccionados argentinos, que vistieron
también su camiseta como homenaje en la Copa ganada por la Selección Sub20 apenas unos días después, ese mismo y fatídico año.