La Supercopa fue un certamen internacional disputado entre todos los equipos campeones de la Copa Libertadores de América hasta ese momento. En 1997 se jugó la última edición, ya que después fue reemplazada por la Mercorsur. Aquel año, River, mostrando grandes rendimientos durante todo el torneo, se quedó con el título.
"La Supercopa era un gran objetivo para nosotros, porque era un título que el club todavía no tenía. River contaba con un gran plantel, con jugadores de mucha calidad que estaban pasando un excelente momento. Muchos jóvenes con un enorme futuro y también jugadores de experiencia. Ese equipo juagaba de igual a igual en cualquier cancha, siempre con el mismo estilo: tenía la pelota, presionaba y siempre buscaba llegar al arco rival siendo protagonista", comienza a rememorar Diego Placente, quien por aquel entonces era un joven defensor del conjunto de Núñez.
En aquella edición, el equipo dirigido por Ramón Díaz integró el Grupo 3, junto con Vasco da Gama, Santos y Racing. Con 15 unidades (cinco victorias y tan sólo una derrota), River se clasificó en primer lugar y accedió a la semifinal del certamen, donde superó a Atlético Nacional de Colombia con un resultado global de 3-2.
En la final del certamen se enfrentó ante San Pablo. Tras el partido de ida en Brasil, que terminó 0-0, el conjunto de Ramón Díaz definió el título en el Monumental. Durante el primer tiempo, River contó con algunas situaciones de gol, incluso el arquero Roger le atajó un penal a Francescoli, pero finalizó 0-0. Las emociones llegaron en el segundo tiempo, cuando apareció el chileno Salas, una de las grandes figuras de aquel equipo campeón. Primero convirtió el 1-0 y, luego del empate transitorio de Dodó, marcó el 2-1 final, que desató la euforia del público local en el estadio. "Marcelo estaba en su mejor momento, se cansaba de hacer goles, tenía esos segundos de más para definir que a veces siendo tan joven no lo tenés. Fue un jugador que hacía la diferencia en partidos parejos, como por ejemplo en la final", explica actual entrenador de la Selección Argentina Sub 15.
Con el pitazo final del árbitro Ubaldo Aquino, River consiguió un nuevo título internacional que todavía no lucía en sus vitrinas. "Todo el club estaba con muchas ganas de ganar la Supercopa, ya que River venía de quedarse con la Libertadores, entonces era lo único que le faltaba, estaba todo puesto en ganarla, y por suerte la pudimos conseguir", concluyó Placente.