Sueño nacido en el fuero íntimo de la familia Cáceres. Sí, la familia de Fernando, el Negro, canterano de Argentinos Juniors, campeón de la última Copa América que ganó la Selección Argentina, multiconsagrado en Zaragoza, River y Celta de Vigo. Gran mariscal. Uno que sufrió la inseguridad de aquel fatídico 1° de noviembre de 2009, en el que un asalto terminó en tragedia y ese maldito balazo lo dejó en silla de ruedas. Ese mismo que se levantó para seguir peleando. Para vivir. Y para crear.
Casi cuatro años pasaron y la pasión por la pelota nunca se durmió. "El 29 de septiembre de 2013 decidimos, tras previas reuniones en la casa de mi tío, emprender el proyecto", revela Sergio Cáceres, sobrino del líder del plan. Pero, ¿de qué habla? "Fundamos una escuelita bajo el nombre Fernando Cáceres Fútbol Club, y comenzamos, mediante el boca a boca, a buscar chicos de todas las edades", manifiesta el encargado de difundir el presente y pasado de la institución en las redes sociales. Y sigue: "A los pocos meses ya teníamos entre 300 y 400 chicos de 14 a 30 años, razón por la cual nos dimos cuenta de que ya era cosa seria; había que ir por más".
"E la Liga Lujanense de fútbol encontramos la competencia para darle rienda suelta a la ilusión", señala. Claro que no sería todo tan fácil, porque, justamente, había que competir para ganarse un lugar. Y, en base a esfuerzo, carisma, y motivación, se forjó una Primera de jerarquía que comenzó a llevarle alegrías a los 400 miembros del flamante club. La magnitud de lo logrado, la cuenta Sergio: "No soló jugamos con una categoría Mayor, de 24 años en promedio, sino que también formamos una Sub 17 (requisito obligatorio para disputar la Liga Lujanense) y, la frutilla del postre, clasificamos al Federal C".
Fernando Cáceres ya era una realidad, una que "en poco más de tres años de vida llegó a estar a la altura de cualquier equipo del Federal". Si hasta escaló al segundo puesto en la Zona 13 del campeonato 2016 y alcanzó la Primera Fase eliminatoria, en la que cayó ante El Frontón de San Andrés de Giles. "Por penales", aclara Cáceres sobrino, como para no dejar dudas sobre el nivel del equipo durante su estadía en el Federal C. "Y superando todos los obstáculos". ¿Por ejemplo? "El más contundente, no tener un predio fijo en el cual entrenar, por lo que solemos trabajar en Parque Sarmiento y en La Matanza".
Quizá, porque aún falta, porque son los primeros pasos, esta gran escuela de valientes milita nuevamente en la liga de Luján. Su objetivo próximo: "Armar nuestro propio campo deportivo". La motivación para hacerlo: "Está en el Negro, que da charlas antes de los partidos, que va a ver a los pibes jugar, que se levanta a las 7 de la mañana para entrenar, que nos hace ver las cosas importantes de la vida". Que lucha y triunfa. Como su club, el Fernando Cáceres FC, que, sin dudas, es dueño de una impronta perseverante.
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