Una historia más de las que se pasean por el predio de Ezeiza. Ahí donde vive la Selección, máximo premio para quienes transpiran la camiseta semana a semana. Por y para Argentina. Y así transitan su camino rumbo al Sudamericano Sub 20 Lautaro Martínez, delantero de Racing, y Ezequiel Barco, volante de Independiente, que bromean con la tradicional rivalidad futbolera entre sus clubes y pelean por el mismo objetivo con la Celeste y Blanca en la piel.
"Ezequiel es un gran compañero, muy profesional", afirma Martínez. Lógicamente, su colega en el equipo comandado por Úbeda comparte sensaciones, y asegura que la "buena onda entre nosotros viene desde el primer día". De hecho, ambas promesas de Avellaneda concentran a la par, y "nos ayudamos dentro y fuera de la cancha; esa es la magia de este predio". La prueba de sus dichos: en el amistoso de ayer frente a Boca, ambos la rompieron, y hasta fabricaron una pared sensacional que terminó con taco de Martínez y finalización de Barco. Golazo.
Barco (17 años), el más joven de los futbolistas que integran el Seleccionado, "era un poco tímido al principio, y por eso nos acercamos con (Brian) Mansilla, también de la Academia, y varios de los chicos para integrarlo al grupo, lo cual generó un gran vínculo entre todos", explica el delantero central. Y sí, su gobierno en áreas rivales se debe, en gran parte, al juego asociado con el desequilibrante Ezequiel y el resto de las joyitas que se preparan para brillar en Ecuador 2017. "Porque acá estamos unidos para defender al país", frase que resuena al unísono en el vestuario nacional. Esto es Argentina.