Allá en su Castelar de toda la vida, Eduardo encontró su espacio para darle alas a su sueño. Una novela junto con una gambeta de Bochini, un libro cercano al cruce seguro de Villaverde... Literatura futbolera en su máxima expresión la de Sacheri, quien cuenta: "Mi conexión con el fútbol resultó bastante accidental. No fue un plan, en el sentido de que desde chico me gustaba mucho el fútbol y leer. A los veintipico de años empecé a sentir el deseo de escribir historias de mi mundo cotidiano. Empezaron a surgir historias de mi vida y, como siempre, estaba presente el fútbol".
-¿Cómo fue tu crecimiento?
-Se dio. Empecé a escribir por placer, por sentirme mejor y nada más. Lo que pasó fue que mis cuentos tuvieron un espaldarazo descomunal por parte de Alejandro Apo en su programa “Con afecto”, los sábados por la tarde. Alejandro estaba con la idea de vincular el fútbol con otras cosas como el cine, la música, la literatura. No había mucho material escrito, salvo algunos cuentos de Fontanarrosa. Entonces, por insistencia de mi mujer y amigos, me acerqué a la radio. Era por 1996, 1997. Alejandro, con esa mezcla de generosidad y locura, los empezó a leer. Yo era un desconocido, no tenía nada publicado. Ahí arrancó todo. Lo que pasó después con mi carrera no hubiera pasado sin Alejandro.
-¿Cómo manejabas tu simpatía por Independiente?
-Soy un tipo de tomarse las cosas muy en serio y el fútbol no es la excepción. Independiente es muy importante en mi vida. Lo heredé de mi viejo, que falleció muy joven, y entonces esa herencia se vuelve más fuerte, porque me faltaron otras cosas. Aunque fanático es una palabra que me pone bastante incómodo a pesar de que no tiene una connotación negativa, porque para mí fanático es alguien irascible, y violento.
-¿Vas a la cancha?
-Sí, con mi hijo varón, de 19 años, vamos siempre. Si estoy en Argentina no nos perdemos ningún partido.
-¿Quiénes fueron tus referentes futbolísticos?
-En mi niñez y adolescencia fue el “Bocha”... También Villaverde, que tenía un rasgo de jugador a la antigua, fiel, dos millones de partidos, que siempre aporta. Me gusta ese fútbol alejado de la farándula que proponía Villaverde. Y Bochini, un dotado desde el punto de vista técnico y que dio siempre todo por la camiseta: 20 años con Independiente.
-¿La Selección te interesa?
-Claro, no tengo sólo ojos para mi club. Cuesta más engancharse porque los jugadores están afuera. Además, las Eliminatorias son tres largos años. Pero como todo futbolero, me interesa.
-Hablemos de Maradona y Messi.
-Diego es el pasado perfecto. Messi me encanta y me duele el destrato del que es objeto. La gente espera todo el tiempo que nos venga a salvar, tiene el pensamiento básico deque como es el mejor del mundo nos tiene que sacar campeones. Si no salinos campeones, la culpa es de Messi. Los argentinos tenemos la costumbre de naturalizar algo que es maravilloso y excepcional: Messi. Ojalá no nos demos cuenta de ese error cuando Messi no juegue más.
-¿Cuántos libros escribiste?
-Relacionados con el fútbol, tres libros de cuentos y una novela. En la actualidad sigo escribiendo, dando charlas, soy profesor de historia, que es mi trabajo principal. Sigo un poco en el mundo de la literatura y un poco en el mundo del cine. A partir de “El secreto de sus ojos” es un trabajo importante para mí.