02/07/2016

#SubíQueTeLlevo Argentino Agropecuario

 

Cinco años puede ser poco tiempo. O mucho. Lo cierto es que para Argentino Agropecuario de Carlos Casares fueron vertiginosos. Fundado en 2011, el Sojero obtuvo el pasado 29 de junio el ascenso al Federal A, ganándole la final a San Martín de Formosa, en definición por penales. Tremendo logro para un club cuyo principal objetivo es generar arraigo en una ciudad de 15.000 habitantes, de los cuales varios fueron protagonistas de este logro. Pasá y conocé a historia del nuevo integrante de la máxima categoría del Interior.

 

Si de gestas se trata, en Argentino Agropecuario valoran, ante todo, el cómo. Por eso, lo primero que destaca Bernardo Grobocopatel, su presidente y fundador, es “haber conseguido el ascenso ante 3.000 personas un día de semana al mediodía, en horario laboral”. En la cancha de Argentino, en permanente remodelación y ampliación (ya cuenta con 8.000 localidades y trabajan para llegar a 12.000 con la platea correspondiente a la exigencia para poder ser local allí en el Federal A), después del sufrimiento futbolístico, se vio el trabajo de todo el club: decenas de niños acompañando al plantel dando la vuelta olímpica: el Sojero armó una estructura de Inferiores que cuenta con más de 300 chicos integrando los planteles de ocho categorías, además de fútbol femenino. Justamente, las familias de los niños le dieron forma a un buffet que recaudó 80.000 pesos el día de la final. Y Grobocopatel agrega: “El club es superavitario y las Inferiores encima se autogestionan”. Ésa es una de las patas del proyecto que se ve robustecido por el ascenso. Y el presidente confiesa, en medio de los festejos, el sueño cumplido: “Este logro tiene un valor enorme para mí, empecé desde abajo con este club, con la meta de llegar a una categoría importante y ya estamos en el Federal A. Es cumplir la promesa que le hice a mi viejo cuando estaba muy mal de salud: llevar al fútbol casarense a lo más alto. Y no vamos a parar acá”.

 

La misma idea tiene Adrián Adrover, entrenador del equipo, que, no podía ser de otra manera, nació en Carlos Casares. Sin vueltas, describe el ascenso como “un sueño cumplido. Siempre quise que la ciudad tuviera un equipo en el fútbol profesional, para que los chics estuvieran cerca de la alta competencia. ¡Y lo logramos!”. ¿La clave? “Se armó un muy buen grupo, se nos fueron diez jugadores después de la temporada pasada, llegaron otros diez, pero enseguida se adaptaron a quienes ya estaban. La primera preocupación fue constituir la base que te pueda llevar a conseguir buenos rendimientos. Una vez conseguido eso, fueron apareciendo los resultados y, con ellos el entusiasmo. Pasaron partidos duros pero logramos la meta”. Ese camino también recorre Grobocopatel para describir que no tiene “palabras para hablar sobre el plantel, repleto de buena gente. Es un grupo impresionante el que se armó”.

 

Otra prueba de ello la da Gonzalo Urquijo, dueño de la casaca número 9, también casarense, quien juega en el club desde el primer torneo oficial que disputó: "A pesar de que habíamos comenzado el torneo rearmándonos, enseguida hubo química entre el plantel, el cuerpo técnico y la dirigencia. Es impresionante haber logrado algo así". El punta, de 26 años, también recuerda cómo se inició su relación con Argentino Agropecuario, allá lejos y hace tiempo: "Yo estaba estudiante en La Plata y jugando en otro equipo de Casares, cuando Bernardo (Grobocopatel) me vino a buscar y me dijo 'voy a armar un club y quiero que juegues en el equipo'. Yo no le creía pero a la semana ya habia arreglado mi pase y acá estamos, je, festejando todos juntos. Es una locura. Es un premio para toda la gente del club y también para la ciudad, que de a poco se fue enganchando y hoy ya identifica a Argentino Agropecuario como su equipo.

Foto: Prensa Agropecuario

 

El penal que significó el ascenso

 

 

 

 

 

El festejo de los Sojeros

  

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