A pocos días de cumplir 102 años, el club se vistió de gala. Fue una celebración anticipada la que se armó en uno de los barrios con más historia en la ciudad de Buenos Aires. Y no es para menos, ya que regresar a la C después de cinco temporada amerita un festejo a tono para esta institución pionera en el fútbol nacional.
Con 17 títulos en su palmarés, época en la que competía mano a mano con Boca y Racing, Sportivo Barracas quedó en la historia del amateurismo como uno de los equipos consagrados de aquellos tiempos. Es más, hasta tiene escritas páginas gloriosas para su currículum, ya que realizó una gira internacional en 1929. ¿Los destinos? Brasil, Portugal, España e Italia, para completar un total de 14 partidos con distintos equipos, algunos resonantes, cómo la Roma o la Juventus.
Esa fue una etapa gloriosa para la institución. Ahora, quieren que se inicie otra racha ganadora. El puntapié inicial fue la conquista en terreno conocido para los Arrabaleros. Fueron 12 años en la última categoría. Fue una docena de campañas donde la ilusión quedó trunca. El torneo 2015 de la D fue todo de El Sportivo: de 30 partidos, sólo cayó en tres oportunidades. Fueron 17 triunfos y 10 igualdades para el equipo que lideró la dupla Infante-Vidal, que además logró una racha invicta para envidiar, ya que se mantuvo sin conocer la derrota durante 22 encuentros.
Una de las claves fue el poder de fuego en la delantera. De los 46 goles anotados, la mitad lo convirtieron sus dos armas de ataque: Diego Dorregaray, goleador del campeón. terminó con 12 conquistas. A un paso finalizó Patricio Repetto, que logró 11 tantos. Fútbol y goles, una mezcla perfecta y que le valió el título a los de Barracas. "Confiamos en nosotros todo el torneo y salimos a jugar en todas las canchas de la misma forma. Es un placer haber terminado cómo el máximo goleador de la categoría, pero fue gracias al trabajo de todo el plantel", mencionó el top scorer de la D.
Señoras y señores, Los Arrabaleros están dulces. Este club que nació en cuna de oro, vuelve a festejar cómo en aquellos buenos tiempos. ¡Aplausos, muchachos!