Rodrigo Izco hoy vive un gran presente. Con un pasado en Huracán y San Lorenzo, el defensor nacido el 17 de octubre de 1994 en Caballito tiene hoy la chance de vestir los colores celeste y blanco. "Es algo único, más para nosotros que jugamos en una categoría que quizás nunca nos ibamos a imaginar tener la chance de ponernos esta camiseta", comenta quien acaba de pasar de Comunicaciones al Verdolaga mientras se entrenaba con el Sub 23 de la Primera B que viajará a jugar un torneo a India.
Rodrigo, además, tiene una particularidad: comparte el amor por este deporte desde otro lugar. Sucede que durante su tiempo libre se dedica a dirigir equipos de fútbol femenino: "Doy clases dos veces por semana con un amigo. La idea surgió porque un día estaba con mi hermana y su novio y surgió la chance de armar un equipo. Fui al Club Oeste, donde hice baby, y lo fuimos armando. Hoy tenenmos un equipo ahí y otro afuera que se llama Lija de Gol", cuenta.
"Era difícil manejar un grupo de mujeres. Yo lo tengo hace dos años pero al principio me costó porque hablar con mujeres me daba vergüenza. Pero por suerte las chicas son muy buena onda y eso ayudó mucho", explica, y cierra: "Hay que tener cuidado con el tema de cómo les hablas y las tratás porque ellas no nacieron jugando al fútbol y por eso hay que tenerles más paciencia. Pero la verdad es que son muy buenas".