Argentina sabía cual era la principal arma ofensiva de Kazajstán y la trabajó, no sólo para contrarrestarla, sino para ponerla a su favor. Por ello, no fue fortuito que el gol llegara como llegó, con Alamiro Vaporaki aprovechando una pelota disputada por Rescia al arquero Kazajo Leo Higuita cuando éste se había volcada al ataque, y poniendo la pelota en el lugar justo, desde el propio campo y por entre los jugadores rivales, en el medio del arco.
“Estuve analizando todos los videos de Kazajstán y sabía que crearles una situación de gol cuatro contra cuatro era muy difícil", explicó Diego Giustozzi después de la victoria, y se explayó: "Ellos defienden muy bien, tiene muy buenas coberturas, bajan mucho la defensa, se repliegan muy bien, son fuertes, los partidos que ha perdido Kazajstán fueron debido a jugadas de estrategia, o de arquero-jugador que no le salen bien, pero en el cuatro contra cuatro es muy difícil crearles situaciones de gol”.
Maxi Rescia fue quien salió a pelearle la pelota a Higuita cuando vio al arquero pasar la mitad de la cancha, allí fue a trabar para que la pelota pudiera llegar a que Alamiro tuviera la chance de definir. Y dijo tras el triunfo: “Me voy muy contento, el grupo tiene hace dos meses un objetivo, y para cumplirlo sabíamos que este partido era fundamental. Tácticamente era un partido atípico y muy difícil, ellos tienen muchas variantes ofensivas, juegan cinco contra cuatro, cuatro contra cuatro, el arquero que sale, cómo giran en la cancha... Pero el cuerpo técnico y el equipo lo pensó muy bien, y ahora seguimos el camino que nos planteamos”.