Largo 2016 el que termina para las Selecciones Nacionales de futsal. Desde el 4 de enero, los equipos coordinados por Diego Giustozzi trabajaron en busca de los objetivos. Y mal no les fue: la Mayor ganó el Mundial de Colombia el 1° de octubre; la Sub 20 se coronó por primera vez en el Sudamericano, el 18 de diciembre; y la Sub 17 fue medalla de plata en Brasil, también en el Sudamericano. Traigan vitrinas, medalles y copas sobran…
La citación de Diego Giustozzi comenzó a trabajar el lunes 4 de enero, con el plantel de la Selección mayor que afrontaría las Eliminatorias y juveniles de la Sub 20 para que refuerzaran la plantilla y adquirieran roce. En febrero, Argentina llegó a la final de la clasificación para el Mundial y la derrota ante Brasil dolió pero el árbol no impidió ver el bosque: el equipo había conseguido los boletos para estar en Colombia, donde rompería todos los pronósticos en octubre.
Poco después retomó el trabajo la Sub 20, que se entrenaba desde el año pasado y el 8 de marzo comenzó la pretemporada de la Sub 17, que jugaría en Foz de Iguazú el Sudamericano. Con la base armada por Giustozzi y dirigida por Matías Lucuix, esa Selección Juvenil llegó al segundo escalón del podio, cayendo en el alargue de la final, el 18 de mayo), ante el local. Otro golpe, pero con buen balance para un equipo de jóvenes que comenzaron a tener el roce internacional que pretende el cuerpo técnico para los jugadores de todas las categorías.
Marzo sería también el inicio de los amistosos de preparación de la Mayor rumbo al Mundial y de la Sub 20 de cara al Sudamericano. Así pasaron, por Buenos Aires y San Juan, Estados Unidos, Costa Rica, luego México, también Paraguay más adelante; en julio llegó el viaje del Seleccionado a la Copa Sudamericana de Uberaba (Brasil) con formación mayoritariamente Sub 23 y segundo puesto con Lucuix al frente; y el cierre de la preparación mundialista en Rosario en agosto contra Cuba y Vietnam, ya con plantel confirmado para ir a Colombia.
Reviví la coronación en el Mundial de Colombia
La historia de Colombia es la más conocida: la Selección Argentina sacudió al planeta futsal ganando la Copa del Mundo en una performance en la que la estrategia fue la madre de todas las batallas. Y las ganó. Comenzando el torneo en el Grupo E, con sede en Bucaramanga, el equipo de Giustozzi lideró el Grupo E, derrotando a Kazajistán (1-0 con gol de Alamiro Vaporaki), a Islas Salomón (7-3 con anotaciones de Cristian Borruto -3-, Alan Brandi, Santiago Basile, Pablo Taborda y Alamiro Vaporaki) e igualando con Costa Rica (2-2 con tantos de Santiago Basile y del capitán, Fernando Wilhelm). Ya en octavos de final, en la misma ciudad, la dura Ucrania fue el obstáculo a superar y costó: fue victoria 1-0 en el último minuto de tiempo suplementario, con anotación de Leandro Cuzzolino. La exigencia se multiplicó pero Argentina estuvo a la altura, como en cuartos de final, frente a Egipto en Medellín: la Selección goleó 5-0 (Pablo Taborda, Damián Stazzone, Santiago Basile, Leandro Cuzzolino y Gerardo Battistoni). Con viaje a Cali en el medio, la siguiente batalla albiceleste fue ante una potencia del deporte: Portugal. Y enterrando los peores pronósticos, Argentina respondió con creces: ganó 5-2, tras un primer tiempo memorable (4-1), con anotaciones de Cristian Borruto, Damián Stazzone, Alamiro Vaporaki, y Cuzzolino. El mundo se sacudió de la mano de Argentina. Y apareció en escena la final, ante la poderosa Rusia. Pero la intensidad pregonada por Giustozzi, la garra del plantel y el orden táctico pudo más: ¡Argentina es Campeón del Mundo! El 5-4 en Cali llegó gracias a las anotaciones de Alamiro Vaporaki, Cuzzolino, Brandi -2- y Constantino Vaporaki (Lima -3 goles- y Lyskov anotaron para los europeos). Gesta histórica para la Selección Argentina de futsal, que cierra 2016 en el centro del escenario mundial.
Argentina campeón del Sudamericano Sub 20
Cuando el título en Colombia parecía el final de un ciclo, Diego Giustozzi, Matías Lucuix y Esteban Pizzi volvieron a alzar la vara: en el último torneo del entrenador al frente de la Selección Sub 20, Argentina llegó al Sudamericano de la categoría, en Uruguay, soñando con llegar a lo más alto en un certamen en el que nunca había alcanzado el peldaño más alto del podio. ¡Y lo logró! El equipo comenzó de menor a mayor, igualando 4-4 con el local, luego de ganar con comodidad el primer tiempo. Pero lejos de caerse, el plantel comenzó a afianzar la idea y terminó ganando el Grupo A tras derrotar a Perú (4-0), Bolivia (12-0) y Chile (4-0). Con el ticket a la semifinal asegurado, tras el cierre de la etapa inicial llegó la mala noticia del torneo: Dylan Vargas, capitán del plantel, se lesionó y quedó fuera de competencia. Con esa baja, siempre en la cancha de Canelones, Argentina afrontó el duelo con la sorprendente Venezuela sufriendo en el inicio pero mostrando jerarquía luego: el primer tiempo terminó 1-1 con una tremenda actuación del arquero Juan Mahafud y, en la segunda parte, el equipo terminó dominando y ganando 4-2. Y Argentina volvió a jugar una final. Incluso con otra mala: la lesión de Lucas Mejuto. Pero nada importó: la mística estaba instalada y la Selección logró lo que, otra vez, pocos pensaban: victoria ante Brasil, dominador absoluto de la categoría y duplicó la alegría del año. ¡Argentina campeón sudamericano! Vaya manera de cerrar un año glorioso por donde se lo mire. Y la apuesta sigue: con la renovación de Diego Giustozzi como entrenador por dos años más, el proyecto sigue. “Lo importante es que la idea prevalezca, más allá de los nombres”, avisa el técnico, que ya tiene a la Copa América de Brasil en la mira pero también piensa en cómo seguirán trabajando las Juveniles bajo el mando de Matías Lucuix.