Se lo merecen. Se lo ganaron. Y ayer lo disfrutaron. Los integrantes de la Selección de futsal campeona del mundo en Colombia fueron homenajeados, con plaqueta incluida, en el césped del estadio Mario Alberto Kempes, justo en la previa del partido de la otra Selección, la de fútbol 11, frente a Paraguay.
Lógicamente, los protagonistas no pudieron ocultar su felicidad: "Entrar a la cancha fue emocionante y divertido", afirma Guido Mosenson, uno de los arqueros que defiende arco y bandera con pasión. Y Constantino Vaporaki, lateral ofensivo del Seleccionado comandado por Diego Giustozzi, también compartió sus sensaciones con el sitio oficial de la AFA: "Fue una emoción muy linda, es algo que uno soñaba siempre de chico, que te aplaudan y te griten 'dale campeón' en una cancha llena". Su hermano, Alamiro, pivot histórico de Argentina, agregó su cuota de alegría: "Fue una experiencia hermosa, es impagable que más de 50 mil personas nos demuestren ese cariño y compartan el grito de 'dale campeón' con nosotros".
Para cerrar, Kiki, una de las joyitas del plantel consagrado, afirmó que "alzar la copa y rodeados de tanto afecto fue algo único, nos llenó". El alma, claro, que es bien albiceleste, como la de todos los fanáticos que vibraron durante y después del Mundial. Las palabras de los ganadores agradecen el aguante. Son para ustedes, los hinchas.