Era 1938 y faltaba apenas un año para el estallido de la cruenta Segunda Guerra Mundial, de la que Japón sería uno de los protagonistas principales, cuando la compañía automotriz Mazda decidió fundar un equipo de fútbol. A éste lo llamó Toyo Kogyo Syukyu Club. Con los años, adoptaría otras denominaciones: Toyo Kogyo Soccer Club, Mazda Sports Club Toyo Kogyo Soccer Club, Mazda Sports Club Soccer Club y Mazda Soccer Club, hasta renombrarlo Sanfrecce Hiroshima, en 1992.
'Sanfrecce" es una combinación de palabras: 'san' significa 'tres' en japonés y 'frecce' es 'flecha' en italiano. Está basado en la leyenda del lord japonés de la Edad Media, Mori Motonari, quien les dijo a sus tres hijos que mientras una flecha se rompe fácilmente, tres unidas no podrían ser partidas.
La Liga Japonesa de Fútbol (Japan Soccer League) surgió en 1965 y, en sus inicios, fue dominada por este equipo que se adjudicó cinco de los primeros seis torneos. En 1993 se creó la Liga profesional bajo el nombre de J-League. Nueve años más tarde, Sanfrecce Hiroshima sufrió su primer descenso a la Segunda División, retornando a la máxima categoría al siguiente año. Lo mismo ocurrió en 2007, recuperando el lugar de privilegio una temporada después.
En el 2012, Sanfrecce Hiroshima comenzó a revivir aquellos primeros años gloriosos, adjudicándose la Liga de Japón después de 42 años. Repitió en 2013 y 2015, motivo por el cual es el conjunto nipón con más títulos locales, con 8. Además, este último logro le permitió clasificar al Mundial de Clubes 2015.
En su historia, este conjunto de camiseta violeta (también utiliza regularmente la blanca) también se quedó con seis Copas nacionales y tres Supercopas de Japón. Su estadio, el Hiroshima Big Arch, cuenta con una capacidad para 50.000 espectadores.
Con el aliento del público local, Sanfrecce Hiroshima buscará seguir con su senda triunfal en el Mundial de Clubes tras dejar en el camino a Auckland City y TP Mazembe, dar la sorpresa ante River y convertirse en el primer equipo japonés finalista de esta competencia.
Foto: gentileza FIFA