"Cambió el ánimo, cambiaron las energías y, de hecho, en la práctica nos mirábamos entre todos y sentíamos que había algo diferente. Nos preparamos para jugar una final y estoy seguro de que la vamos a ganar". Este mensaje lleno de optimismo lo firmó Giovanni Simeone. Y la práctica que menciona es la que tuvo el Juvenil de Humberto Grondona unas horas antes de que técnico y goleador fueran a la habitual conferencia de prensa previa a los partidos.
Allí, en Endeavour Park, un hermoso pueblito en las afueras de Wellington, la Selección apaciguó el frío polar con un entretenido fútbol reducido que tuvo goles de todos los colores, chicanas al por mayor y un resultado que se mantuvo abierto hasta el final. ¿Que quién ganó? La buena onda de un grupo que, a partir de la 1 AM de la Argentina, enfrentará a Austria con la necesidad de conseguir un triunfo para acceder, sin depender de ningún otro resultado, a los octavos de final del Mundial.