Los conjuntos de Eduardo Sánchez volvieron a trabajar en Ezeiza luego de la práctica matutina. Esta vez no hubo gimnasio, pero si mucho trabajo en la cancha.
Es que para comenzar, las jugadoras fueron divididas en varios grupos para realizar labores físicas, de coordinación y velocidad en diferentes estaciones. Una vez finalizados los ejercicios, llegó el momento de la definición: por derecha, izquierda, por fuera del área o dentro de ella, las delanteras hicieron lustre de su olfato goleador.
Para cerrar el día, y mientras el sol comenzó a caer, llegó el momento de llevar las jugadas preparadas durante la semana al campo de juego. Seguidas de cerca por el director técnico, las Selecciones Sub 20 y 17 practicaron tiros libres donde pudieron poner a prueba su buen pie a la hora de esquivar a la barrera.
Al finalizar el entrenamiento, ambos Seleccionados quedaron concentrados en Posada Las Águilas hasta este viernes, por la mañana, cuando vuelvan a trabajar.
El físico y la pelota, las protagonistas de la mañana
Con el sueño sudamericano en mente, la Sub 20 comienza a descontar los días que quedan para poder subirse al avión que finalmente las lleve a Santos, Brasil. Cabe recordar que el conjunto albiceleste debutará el 18 ante Bolivia, desde las 17.10 (hora de Argentina). Sin embargo no están solas, ya que la Sub 17 además de compartir el sueño, se entusiasman con el suyo. Si bien todavía no está definida la fecha y sede de su torneo, las más chicas viven como propio la ilusión de sus compañeras.
Así y desde bien temprano, las juveniles comenzaron con trabajos de tren superior, medio e inferior en el gimnasio. El ruido de las máquinas y pesas acompañaron la primera parte del entrenamiento que continuó en el campo de juego. Allí, los Seleccionados quemaron la red con trabajos de centro y definición. Las voleas, los cabezazos y los remates de media distancia fueron la entrada en calor para el fútbol reducido que le puso fin a la práctica.