04/11/2015

El gran capitán

Desde la niñez, el amante del fútbol sueña con llevar la cinta de capitán de su equipo, ya sea en el ámbito amateur o en el profesional. Y cuando los planetas se alinean para darle lugar al éxito, hay que aprovecharlo. Bien lo sabe Julián Giménez, de 22 años y nacido en San Isidro, que hoy es capitán de Acassuso y, como corolario, uno de los estandartes de la selección Sub 23 que dirige Julio Olarticoechea. Sí, se trata de un jugador de profesión.

Protagonista de una historia ligada a la pelota, el referente de Ssuso cuenta que "hice infantiles en River, después pasé tres años en Chacarita y en octava llegué a Acassuso, donde estuve muchos años jugando en inferiores hasta que me subieron a Primera. Este es mi noveno año en el club y el segundo jugando en la categoría más alta”.

Y joven como su carrera, las oportunidades le cayeron desde muy temprano a Giménez: “Siempre, desde chico, llegar a Primera y poder mantenerme como titular en mis distintas etapas era un sueño, y tener la posibilidad de ser capitán con Walter Otta (DT de Acassuso), para mí, fue una gran felicidad y alegría por todo lo que esto significaba, porque después de nueve años es como si me hubiera hecho hincha del club. Amo a mi club porque es el que me formó.”

¿Qué virtudes le habrán visto para darle semejante responsabilidad? Escuchando lo que dice surge automáticamente la respuesta: “Lo tomo con mucha responsabilidad porque después de tantos años me siento identificado con Acassuso, el trabajo que hago es entrenarme con seriedad, estar alentando siempre al grupo para tirar para adelante y creo que por ese lado viene lo de ser capitán”.

Para lograr este puesto tan ansiado se prepara físicamente, balanceando su alimentación con el descanso adecuado, sin dejar de lado el entrenamiento en un gimnasio guiado por un profesor. Su meta es lograr el ritmo de exigencia y rendimiento que admira en los jugadores de Primera División, escalón que aspira alcanzar en poco tiempo. Tal vez como prontamente llegó a su vida deportiva la capitanía de su equipo, también llegue su gran chance de mostrar el resultado de todo el esfuerzo que hace en pos de este anhelo.

Pero ese camino planificado se torció, para bien, repentinamente con un hecho inesperado: su convocatoria a la selección Sub 23 de Primera B.  “Me puso muy contento por mí y por todos los chicos que fueron citados porque con esto podemos tener la posibilidad de mostrarnos y que se vea todo el trabajo que hacemos en el Ascenso. Significa no sólo mi esfuerzo, sino el de mi familia, mis amigos, de parientes, de la gente que me conoce, de los profes del club. Creo que yo soy lo que soy gracias al trabajo que hicieron los profes de inferiores conmigo, los técnicos que tuve en Primera, los directivos del club", enfatiza el mediocampista. Y como para terminar de cerrar una nota entusiasta, se emociona: "Porque uno de chico siempre ve la tele y dice 'qué lindo sería estar ahí'; hoy puedo dar mi nombre en la puerta del predio de Ezeiza y entro.”

A entrenar. Julián Giménez: una más de las promesas que caminan, trotan y corren en el Predio Julio Grondona. Parte del equipo que se prepara para vestir la camiseta albiceleste en India, el año próximo.