No jugaba en el país desde 2006. Con 19 años, Leandro Cuzzolino emigró desde Caballito a Italia, para hacer carrera en una de las principales ligas de futsal del mundo. Jugó en el Arzignano, donde ganó una Copa Italia, en el Montesilvano, equipo con el que logró el torneo local y una Copa UEFA, en el Acqua y Sapone -Copa de Italia y Supercopa- y el Pescara, donde obtuvo dos Copas de Italia y dos Supercopas.
La crisis en este último club, que presentó la quiebra y retiró al equipo del torneo de la Serie A, dejó al futbolista argentino sin club y allí es donde surgió la posibilidad de su retorno al país. Y no lo dudó…
“Fue todo muy rápido. Cuando ocurrió la crisis del Pescara, me planteé si iba a quedarme allá o aprovechar para tener unas vacaciones en Argentina. Pero dos días antes de viajar me contactó Matías Velázquez (dirigente a cargo del futsal de Ferro) y, como yo estaba en la lista de buena fe porque me lo habían propuesto cuando empezó el año, me ofreció venir a jugar”, le contó Leandro al sitio oficial de la AFA.
“A los dirigentes de futsal de Ferro los conozco hace mucho tiempo, así que me encantó la idea. Por eso es que lo hablé con mi familia y me vine para acá, en principio hasta junio o mediados de julio. Tenía ganas y volver al barrio siempre es una alegría”.
Cuzzolino llegó a Buenos Aires el martes pasado, y ese mismo día fue presentado por los dirigentes al resto del plantel.
“El Club me planteó que está en un momento de crecimiento, que habían tenido que cambiar de técnico. Sé que trabajan a pulmón y eso terminó por convencerme. Por otro lado es un placer volver a la liga Argentina, que creció enormemente en los últimos años. Fui muy bien recibido por mis compañeros y entrené con el grupo el mismo martes de mi llegada”.
Con la camiseta argentina, el actual jugador de Ferro logró el título máximo: la Copa del Mundo Colombia 2016. Antes había obtenido la medalla de plata en el Sudamericano Sub 20 Venezuela 2006, y la Copa América en 2011, en Argentina.
Después del Mundial fue citado para la Copa América que se jugó en San Juan en 2017, donde también fue medalla de plata, y para los partidos amistosos en enero de este año en Japón, país que es uno de los candidatos a ser sede de la próxima Copa del Mundo 2020.
“Después de Mundial tuve la oportunidad de ser convocado para la Copa América y también para los amistosos en Japón, lo que es muy lindo y un privilegio, con los buenos jugadores que hay en el país. Por todo eso siempre le estoy muy agradecido a Diego (Giustozzi), Matías (Lucuix), Esteban Pizzi y todo el cuerpo técnico, que nos trata tan bien”.
Ahora se muestra enfocado en el presente, Ferrocarril Oeste, y la oportunidad de debutar en el torneo esta noche, cuando el Club enfrente a River, por el partido televisado de TNT Sports: “Estoy contento por la chance de jugar ahora en Ferro. La semana que viene llegan al país mi mujer y mis hijos. Mi hija Zoe, de tres años, y Nicoló, el bebé, que tiene apenas tres semanas. Vamos a disfrutar acá hasta julio y después veremos”.