16/10/2018

Estudiantes, eterno y dorado para siempre

Hace exactamente medio siglo, Estudiantes escribió la página más dorada de su historia. Con Osvaldo Zubeldía como entrenador, el mundo conoció su estirpe. En el mítico Old Trafford, puso bien en alto el nombre del fútbol argentino al consagrarse campeón del mundo.

 

Tras conseguir la Copa Libertadores de 1968, se ganó el derecho de disputar la final de la Copa Intercontinental ante Manchester United, vigente campeón de Europa y el cual contaba con la base de la Selección de Inglaterra, que dos años antes había ganado el Mundial de 1966.

 

El encuentro de ida, jugado en la Bombonera, finalizó 1-0 a favor del equipo de Zubeldía, gracias a un tanto de Marcos Conigliaro. Pero faltaba lo más complicado: ir a jugar a Old Trafford, a enfrentar al poderoso Manchester United como visitante. Ante los pronósticos agoreros de todos, la epopeya fue posible.

 

El 16 de octubre de 1968, Estudiantes pisó fuerte en tierras inglesas. Le jugó de igual a igual a un poderoso del fútbol mundial. Ante 63.428 ingleses no se achicó y consiguió el título más importante de su historia.  A los siete minutos del primer tiempo, Juan Ramón Verón convirtió el 1-0 para sorpresa de todos. Con el 2-0 en contra, Manchester se adelantó aún más en busca de poder descontar, pero recién a los 89 minutos logró igual a través de un tanto de Morgan.

 

El 1-1 final le valió a Estudiantes poder levantar la Copa Intercontinental y colgarse la medalla del campeón. Bien alto en todo el mundo se erigió el nombre de Estudiantes de La Plata. A 50 años de aquel hito, el recuerdo de  aquellos “Héroes de Old Trafford” continúa vigente para todos los hinchas argentinos, porque no sólo fue un triunfo pintado de rojo y blanco, sino que fue de nuestro fútbol.