31/12/2015

Futuro auspicioso

Fueron muchas las postales. De principio a fin, el año fue muy activo para los chicos que se vistieron de Celeste y Blanco para representar al fútbol argentino. El comienzo fue inmejorable para Argentina. De la mano de Humberto Grondona, los más grandes entre los juveniles se consagraron en Uruguay.

El Sudamericano Sub 20 fue de todo para el Seleccionado, que triunfó en siete de nueve partidos en tierra charrúa, incluyendo el clásico contra Brasil y el partido decisivo del Hexagonal Final contra el conjunto local. Ante un estadio Centenario colmado, el equipo nacional se quedó con la victoria (2-1), el campeonato, clasificación al Mundial y el pasaje directo para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El plantel tuvo varios puntos altos durante el desarrollo del torneo, pero hubo uno que sobresalió del resto: Ángelito. Correa, capitán, le sacó lustre a sus habilidades y lideró a la Selección al título continental. A su lado, Gio Simeone estuvo intratable con la red, ya que finalizó cómo el goleador del certamen con nueve conquistas. Unos meses más tarde, la historia tuvo otra desenlace. En Nueva Zelanda, Argentina no pudo Ghana, Austria y Panamá, lo que le costó quedar afuera en la primera ronda del máximo torneo de la categoría.

Para la Sub 17, el 2015 tuvo dos caras. En marzo, Paraguaya fue anfitrión del Sudamericano. De menor a mayor, los dírigidos por Miguel Ángel Lemme crecieron con el correr del campeonato. Después de las dos derrotas en el inicio, contra Ecuador y Uruguay, hubo un salto de calidad con Conechny cómo abanderado. Cuatro victorias al hilo, una de ellas contra la verdeamarela, puso al equipo en la cima de la tabla. Pero los dos empates en el cierre de la segunda fase le impidieron quedarse con el primer puesto. Fue un subcampeonato valorado para los chicos, que además se quedaron con uno de los boletos para la Copa del Mundo de Chile.

En Octubre, Chillán fue la sede elegida para que el Seleccionado dispute el Mundial. Protagonista del grupo más difícil del torneo, los rivales se mostraron superiores al conjunto Albiceleste, que no sumó en el estreno contra México y frente a alemanes y australianos. No fue el torneo esperado para los juveniles, que dejaron todo con la camiseta puesta.

Para terminar el año, el turno fue de la Selección de los más chicos. En la primera experiencia cómo DT para Walter Coyette, Argentina fue la sensación del torneo continental que se jugó en Colombia. Con promedio de tres goles por encuentro, el Seleccionado ganó la zona gracias a los triunfos contra el equipo dueño de casa, Paraguay, Ecuador y Venezuela. Con un fútbol de alto vuelo, los futbolistas entendieron a la perfección lo que pretendió el entrenador: salir jugando del fondo, toque y más toques, sumado a la explosión del ataque, fue un combo que sedujo al público en Valledupar. En la semifinal, Uruguay aprovechó dos errores y los capitalizó para dejar a los juveniles sin la final sudamericana. La despedida fue con una sonrisa: el 1-0 contra los ecuatorianos ubicó a la Sub 15 entre los mejores del Sudamericano. Apellidos cómo los de Colidio, Garré, Roffo, Almendra, Tomicich, Córdoba y tantos otros, iluminan el futuro de la Selección Argentina.

Fue un año con vaivenes. Protagonistas en Sudamérica, los juveniles no pudieron mostrar su mejor cara en los Mundiales. Pero lo que importa está asegurado: el fútbol argentino sigue fabricando grandes futbolistas. ¡A seguir creciendo, chicos!