“Mitad ángel, mitad demonio”, tituló L'Équipe.
La segunda parte del titular se refería a “la mano de Dios”. La primera, al tanto más divino que se haya visto jamás.
En su 35º aniversario, FIFA.com recuerda la actuación individual que más polaridad ha generado —y probablemente la mejor— en la historia de la Copa Mundial de la FIFA™: la de Diego Maradona con Argentina en el choque contra Inglaterra en el Azteca.
Maradona estuvo a punto de jugar en Inglaterra
En 1978, Harry Haslam, por entonces técnico del Sheffield United, se quedó maravillado por Maradona, que apenas tenía 17 años, en un viaje por Sudamérica en busca de jóvenes talentos. El club llegó a un acuerdo con Argentinos Juniors por 200 000 libras, pero todo se vino abajo cuando el Sheffield United rehusó cubrir las 15 000 libras de los gastos del traspaso.
En su lugar, los ingleses acabaron fichando a Alejandro Sabella por 160 000 libras, mientras que Maradona, después de su etapa en Boca Juniors, recaló en el FC Barcelona a cambio de tres millones de libras —récord mundial— en 1982.
Las camisetas
En la antesala del torneo, y en vistas del calor abrasador de México, la AFA encargó que sus camisetas de rayas azul celeste y blanco se fabricaran de Aertex, un tejido ligero con agujeros diminutos que permitían una mayor ventilación. No obstante, en su enfrentamiento contra Uruguay en octavos de final, Argentina se vio obligada a utilizar su camiseta de color azul oscuro, hecha de algodón.
Argentina sufrió, venció 1-0 en un choque disputado a primera hora de la tarde y se citó en la siguiente ronda con Inglaterra, un encuentro en el que tendría que volver a vestir su segunda equipación.
Como el partido empezaba a mediodía, justo cuando más calor hacía, Carlos Bilardo pensó que debía encontrar una solución. De modo que mandó a Rubén Moschella, un empleado de la AFA, a que buscara unas camisetas más apropiadas en las calles de Ciudad de México, y éste regresó con dos juegos que había adquirido en una tienda de barrio.
Maradona entró al vestuario mientras ambos responsables discutían sobre ellas. “Qué linda esta camiseta”, dijo señalándola. “Con esta le ganamos a Inglaterra”. Les cosieron unos escudos improvisados de la AFA, hechos deprisa y corriendo, y les plancharon unos dorsales plateados más propios del fútbol americano.
Los comentarios
“Ahí la tiene Maradona", anunció el comentarista Víctor Hugo Morales a millones de oyentes cuando el 10 de Argentina controló la pelota en el minuto 55. "Lo marcan dos. Pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, y deja al tercero y va a tocar para Burruchaga. ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! ¡Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta! ¡Gol! ¡Gol! ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golazo! ¡Diegol! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme. Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos. Barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?”.
“Las emociones violentas son algo de lo que se suele leer en las páginas de sucesos de los periódicos, pero después de lo que me pasó cuando entró ese gol, creo que ya lo sé todo sobre ellas”, reconoció posteriormente el propio Morales.
Maradona recibió el balón a 60 metros del arco antes de firmar el gol del siglo, en una jugada que duró apenas diez segundos. El Pibe de Oro controló un pase de Héctor Enrique y, en un alarde de aceleración, velocidad, regates y fintas se deshizo de Peter Beardsley, Peter Reid, Terry Butcher, Terry Fenwick, Peter Shilton, de nuevo de Butcher y marcó a portería vacía.
La camiseta
Steve Hodge asistió sin querer a Maradona en el primer gol. Como no sabía que el Pelusa había anotado con la mano, y fascinado por el segundo gol del argentino, el centrocampista inglés intercambió su camiseta con la de Diego al término del partido.
Cuando Hodge entró al vestuario, sus compañeros le dieron una buena reprimenda y, ya en el hotel, Peter Reid, su compañero de habitación, siguió recordándoselo.
“No es solo que Maradona me barriera de la cancha y metiera un gol con la mano, es que encima tenía a Hodgy mostrándome su camiseta”, contó Reid. “Lógicamente, le eché la mayor bronca que le han echado en su vida”.
Aun así, Hodge tituló su autobiografía The Man with Maradona’s Shirt (“El hombre que tiene la camiseta de Maradona”).
Hemos oído…
"Era un luchador callejero de Buenos Aires. No creo que lo aprendiera entrenando. De hecho, creo que era imposible entrenarlo, porque tenía un talento descomunal. El terreno de juego estaba en pésimas condiciones, pero él corría con velocidad y parecía llevar la pelota cosida al pie izquierdo. Era imposible robársela. Lo derribé unas dos o tres veces durante los 90 minutos e intenté intimidarlo, pero no pude. Se pasó todo el encuentro diciéndome cosas, hablando conmigo como si estuviéramos paseando por el parque".
Terry Fenwick
"Cuando vuelvo a verlo me parece mentira haberlo logrado. Fue increíble. Más tarde, quería poner toda la secuencia de fotos bien grandes arriba de la cama, juntarlas con la de Dalma, que era mi única hija todavía, y ponerle una inscripción que dijera: ‘Lo mejor de mi vida’. Nada más".
Diego Maradona
"Fue la primera vez en mi carrera que estuve a punto de aplaudir un gol del otro equipo".
Gary Lineker
"Fue un gol fantástico. Son goles que solo se ven en los partidos que juegan los niños en el parque, pero Maradona lo logró en los cuartos de final de un Mundial".
Sir Bobby Robson