28/06/2018

La gloria y el esplendor de Argentina y Francia

 

Conquistar una Copa del Mundo es el mayor logro al cual puede aspirar una selección. El certamen, que se disputa desde 1930, representa la gloria máxima para los hinchas de un país que se encolumnan detrás de una pelota de fútbol. Cada cuatro años, el planeta se paraliza y posa sus ojos en el Mundial, se dispute donde se dispute. Mañana, Argentina intentará dar ante Francia un paso más en la búsqueda de su tan anhelado sueño: ver a Lionel Messi, su capitán, levantar el trofeo el domingo 15 de julio en Moscú. Pero ambas selecciones ya conocen lo que es coronarse campeonas del mundo: nuestro país lo hizo en dos oportunidades (1978 y 1986), mientras que los galos tan sólo en una ocasión, en 1998, como locales. A continuación, un repaso de la historia de los tres títulos.

 

 

 

La primera estrella de Argentina, en casa

 

 

En 1978, con César Luis Menotti como entrenador, y un un equipo que siempre pregonó el fútbol asociado, de pelota al piso y la constante búsqueda del arco rival, Argentina ganó su primer Mundial de local. ‘El Matador’ Mario Kempes se convirtió en leyenda a partir de sus goles, Daniel Passarella en ‘El Gran Capitán' y, con sus espectaculares atajadas, Ubaldo Fillol en uno de los mejores arqueros de la historia de nuestro fútbol.

 

El camino de la consagración se inició ante Hungría. En aquel partido, disputado el 2 de junio en el estadio Monumental, Argentina comenzó perdiendo pero logró darlo vuelta con tantos de Leopoldo Luque y Daniel Bertoni. En el siguiente encuentro llegó la hora de enfrentar a Francia, el próximo rival de la Selección en el Mundial de Rusia. Aquella jornada, en el estadio Monumental, el equipo de César Luis Menotti comenzó ganando con un tanto de penal de Daniel Passarella sobre el final del primer tiempo, pero en la segunda mitad, Michel Platini, uno de los mejores jugadores franceses de la historia, igualó el encuentro. Sostenido por su público, el conjunto nacional fue en búsqueda del gol que le aseguraría el pase a la próxima ronda, y este llegó a los 73 minutos, cuando luego de una gran jugada colectiva, Leopoldo Luque remató desde afuera del área y convirtió un golazo.

 

La primera ronda finalizó con una derrota 1-0 ante Italia, por lo cual la Selección se tuvo que trasladar a Rosario para jugar la siguiente fase. Las rondas semifinales quedaron conformadas por Argentina, Polonia, Brasil y Perú, por un lado; y Holanda, Alemania, Italia y Austria, por el otro. En el primer encuentro, el conjunto nacional venció 2-0 a Polonia. En aquel partido, Kempes se lució anotando dos tantos.

 

Tras igualar 0-0 ante Brasil, Argentina estaba obligada a superar a Perú por lo menos por cuatro tantos de diferencia. Aquella jornada, en el estadio Gigante de Arroyito, el conjunto nacional mostró su mejor versión: fue un equipo arrollador, ganó 6-0 y se clasificó a la final, donde esperaba Holanda, subcampeona del certamen cuatro años antes.

 

El domingo 25 de junio, el mundo se paralizó para seguir las alternativas del partido disputado en el estadio Monumental. A los 38 minutos del primer tiempo, Kempes desató la euforia de los hinchas argentinos tras marcar el primer tanto. A poco del final, Dick Nanninga igualó el encuentro, por lo que se tuvieron que jugar 30 minutos adicionales. Allí, el conjunto nacional pasó al frente con otro tanto de Kempes, quien finalizó como goleador del certamen. A poco del cierre, Bertoni convirtió el 3-1 final que le dio el título a la Selección Argentina.

 

 

 

México, pintado de celeste y blanco

 

 

Ocho años más tarde, en tierras aztecas, y de la mano de Diego Armando Maradona, Argentina ganó por segunda vez en su historia la Copa del Mundo. El equipo dirigido por Carlos Bilardo debutó en el certamen ante Corea del Sur, a quien derrotó 3-1 con dos tantos de Valdano y otro de Ruggeri. El siguiente encuentro, ante Italia, el último campeón, se presentaba como una prueba de fuego. A pesar de arrancar perdiendo, logró igualar el partido con un brillante gol de Maradona (una de las tantas genialidades con las que sorprendió a todos en aquel Mundial). Luego, tras vencer 2-0 a Bulgaria (Valdano y Burruchaga), consiguió el pase a la siguiente ronda.

 

En octavos de final derrotó 1-0 a Uruguay con un gol de Pedro Pasculli. En la siguiente instancia esperaba Inglaterra. En aquel encuentro, disputado en el estadio Azteca, Maradona tuvo un rendimiento sobresaliente y marcó dos tantos que quedaron para siempre en la galería principal de la historia del fútbol. El primero, conocido como 'La mano de Dios' y, el segundo, tras despegar en su propio campo y eludir a cinco jugadores y al arquero, llamado por muchos como 'el gol del Siglo'. Tres días después, esta vez ante Bélgica, Diego volvió a tener una actuación descollante: con dos goles suyos, Argentina se quedó con la victoria por 2-0 y accedió a la final.

 

En el estadio Azteca, el 29 de junio, se disputó la histórica final. A los 23 minutos del primer tiempo, con un cabezazo, José Luis Brown marcó el primer tanto para Argentina. En la segunda mitad, Valdano convirtió el 2-0 pero, para sorpresa de todos, Alemania logró igualar el partido con tantos de Rummenigge y Völler. El conjunto nacional, lejos de verse afectado en su rendimiento tras el empate, fue en busca de la victoria. Así, a los 83 minutos, luego de una asistencia de Maradona, Burruchaga protagonizó una épica corrida, y, tras la salida del arquero Harald Schumacher, definió al primer palo para darle su segundo Mundial a la Selección.

 

 

 

El único título de Francia, de local

 

 

Teniendo en cuenta la cantidad de grandes jugadores que supieron vestir la camiseta francesa a lo largo de la historia, la conquista de la Copa del Mundo para el país europeo se hizo esperar. Luego de conseguir dos tercer puestos (en 1958 y 1986, de la mano de Michel Platini), recién en 1998, en su décima participación en un Mundial, alcanzó la gloria máxima. Como local, con un equipo de excelentes futbolistas, donde sobresalían Zinedine Zidane, Thierry Henry, Didier Deschamps (actual entrenador de la selección de su país) y Emmanuel Petit, los galos finalizaron invictos y se alzaron con el tan anhelado título.

 

El camino hacia la gloria comenzó el 12 de junio de 1998, con la victoria por 3-0 ante Sudáfrica (Christophe Dugarry, Pierre Sanitarib Issa, en contra, y Henry marcaron los tantos). En el siguiente encuentro, Francia venció 4-0 a Arabia Saudita, con goles de Henry, en dos oportunidades, David Trezeguet y Bixente Lizarazu, y se aseguró el pase a los octavos de final. Con nueve unidades, el primer puesto en su grupo lo consiguió luego de derrotar 2-1 a Dinamarca (Youri Djorkaeff, de penal, y Petit).

 

En octavos de final, en el estadio Félix Bollaert, derrotó 1-0 a Paraguay en tiempo extra y, en la siguiente instancia, tras finalizar 0-0, dejó en el camino a Italia por penales. En la semifinal estaba esperando Croacia, a quien venció por 2-1, con un doblete de Lilian Thuram.

 

El 12 de julio, en el Stade de France, la Selección local se enfrentó ante Brasil, vigente campeón del mundo. Con una gran actuación, Francia derrotó 3-0 al conjunto sudamericano y, ante su público, consiguió por primera y única vez en su historia la Copa del Mundo. Zidane, en dos oportundiades, y Petit, marcaron los goles de aquella histórica victoria.