Por Rubén Moschella (actual director del predio de Ezeiza y administrativo de la Selección en México 86)
Antes del partido con Inglaterra, en la reunión técnica de la FIFA nos dicen que tenemos que jugar con camiseta azul, justo a las que les faltaba el calado que tenía la celeste y blanca, y entonces Bilardo decía que eran muy pesadas, que no servían para ser usadas con el calor y la humedad de México. Contra Uruguay se la bancó porque ese día estaba mínimamente fresco, pero para jugar contra Inglaterra no quería saber nada. De hecho, agarró una tijera y las agujereó para mostrarnos a mí y al utilero cómo tenía que ser el calado... ¡Se nos había arruinado un juego de camisetas y teníamos sólo dos! Cuestión que tuve que salir a buscar camisetas azules Le Coq Sportif por todo el DF a sólo 72 horas del partido... Y después de ir a 200 casas de deportes, conseguí dos modelos, una camiseta clásica y otra un poco más brillosa, con bastones. Bilardo no las aprobó, pero justo pasó Maradona y dijo "qué linda esa brillosa", y entonces Carlos me dijo "usamos ésa", je. Aunque la historia no termina acá: a 48 horas de jugar nos faltaban los números y el escudo. Los números nos lo consiguió un dirigente del América: ¡eran enormes, de fútbol americano! Y los escudos los tenía en una computadora el hijo de este dirigente del América, porque era admirador de la Selección. El tema fue que terminó siendo el escudo viejo de la AFA, sin los laureles. Pero bueno, a esa altura era un triunfo bárbaro conseguir lo conseguimos... ¡Y encima trajeron suerte! De hecho, Bilardo las quiso usar en Italia 90, pero Adidas, lógicamente, se negó.