Tres empates y una derrota es el saldo de los cuatro partidos que conformaron el Desafío de las Américas. Cuatro encuentros vibrantes en apenas siete días: dos disputados en Brasil (en Porto Velho y Manaos) y dos en Argentina (en la Ciudad de San Juan). “Cuando jugás contra Brasil y el arquero de ellos termina siendo la figura de dos partidos es porque hiciste bien las cosas. Nos faltó un poco la finalización, un poco más de tranquilidad a la hora de definir, llegar no solo con el remate sino a partir de jugadas colectivas, pero la verdad que estos amistosos nos hicieron bien. Me llevo la sensación de que estos jugadores cada vez que se ponen la camiseta argentina tienen un plus y eso me deja orgulloso como entrenador”, analizó Matías Lucuix.
El último partido, Argentina comenzó perdiendo 2 - 0, lo dio vuelta 3-2 y, tras el empate de 3-3 en tiempo regular, terminó siendo para Brasil en los penales y, como decís, con el arquero como figura. ¿Queda la sensación de que Argentina mereció más?
Si, seguimos demostrando, de cualquier manera, que estamos a la altura de las grandes potencias y que estos jugadores siguen teniendo el hambre de lograr cosas para la selección.
¿Cuál es tu conclusión después de cuatro amistosos?
Quedé conforme. Hoy pareciera que un empate con Brasil es algo malo, pero los que estamos acostumbrados a enfrentarlos sabemos que son un rival muy difícil, pero tienen jugadores de una gran calidad y medirnos con ellos siempre es positivo.
De cuatro partidos solamente perder uno nos muestra que este es el camino para seguir trabajando, de que aún tenemos como superarnos, pero estamos en condiciones de competir cada vez mejor. Yo me quedé orgulloso de estos jugadores, y no solo de los más experimentados, que ya tienen encima mundiales y torneos continentales, sino también de los más jóvenes, que necesitan estos partidos para demostrar que pueden ser jugadores de Selección. Hoy lo están demostrando y esto es importante para el recambio del día de mañana.