17/12/2016

"Queremos mantener a Argentina en lo más alto"

Simplemente Mati. El actual ayudante de campo de las Selecciones Nacionales de futsal, y futuro entrenador de la Sub 20, es Mati. Se trata de Matías Lucuix, quien con apenas 31 años es la mano derecha de Diego Giustozzi y su nexo con este plantel juvenil que esta tarde disputará en Canelones la primera semifinal del Campeonato Sudamericano, a las 19. Desde el seno mismo del cuerpo técnico, entonces, el análisis de un torneo que tiene a Argentina como protagonista. “Hasta ahora se dio lo esperado en el torneo: los primeros partidos fueron ante rivales a los que no conocíamos, Uruguay y Perú, y es complicado afrontar el primer partido internacional para los chicos con la camiseta de la Selección Argentina. La verdad, en el primero se sufrió, se pasaron nervios, pero lo pudimos sacar adelante: a veces ese tipo de partidos se pierde. Luego nos fuimos aclimatando a lo que es el torneo, a los nervios, a la ansiedad por querer ganar, gustar y golear y nos fuimos haciendo fuertes mentalmente, confiando en nuestro juego, en nuestra defensa, por eso la participación en la primera etapa terminó con buenas sensaciones. Ahora, las semifinales serán duras. Venezuela es un gran equipo, por cómo está jugando, por los resultados que viene sacando; y Brasil mismo es muy duro, como Uruguay. Tenemos que seguir dando lo mejor y los chicos tienen que seguir creciendo. En este tipo de torneos es muy importante ir partido a partido, demostrando que somos un rival fuerte, que vino a ser campeón y eso hay que mostrarlo en la cancha. Esperemos poder hacerlo.

 


-Desde afuera se ve un crecimiento partido tras partido, ¿coincidís?

 

-Al pasar de los partidos los nervios se van minimizando, los chicos se van encontrando más cómodos, van viendo que nuestro sistema de juego se adapta a la perfección, eso es fundamental para que confíen en lo que trabajamos, en lo que hacemos, porque es la base del éxito, esperemos que sigamos creciendo, poder llevar a Venezuela al juego que queremos, que el partido se haga táctico, ahí es dónde podemos llegar a un resultado positivo. En la fase defensiva el equipo está muy sólido, llevamos tres partidos sin que nos metan goles y eso es porque estamos defendiendo bien, porque replegamos bien, somos sacrificados tanto en defensa alta como en defensa baja, desde la defensa se ganan partidos y ése es nuestro fuerte, sin dejar de lado el ataque y la ofensiva: estamos haciendo muchos goles también, se está abriendo el arco y eso sirve para que los chicos tomen confianza.

 


-¿Ves algún paralelismo entre este equipo y la Sub 17 que dirigiste?

 

-La forma de trabajo es la misma, es lo que intentamos hacer con las tres Selecciones: Sub 17, Sub 20 y Mayor, salvando las distancias. En la Sub 17 se trata de pulir más la técnica, los jugadores son muy chicos, no tienen adaptados muchos recursos, muchos sistemas, así que la táctica colectiva se deja un poco de lado para fortalecer la táctica y técnica individual. En la Sub 20 ya son jugadores mayores, la mayoría juega en Primera División y aunque se trabaja mucho la táctica también intentamos fortalecer la técnica para que se adapten al estilo de juego que queremos. Tratamos de que todos tengan una base como para llegar a la Mayor, tanto en sacrificio como en juego, para que sepan lo que es competir a nivel internacional.

 


-En la convivencia con el resto de las delegaciones se nota un respeto hacia Argentina por ser el Campeón del Mundo, ¿creés que en cancha puede pasar lo mismo, que el equipo sea visto de manera diferente respecto de otros torneos?

 

-Puede ser que al equipo lo consideren de otra manera luego del título conseguido en Colombia, pero también puede ser una presión: estos chicos están jugando con un estampado que dice que representan a los Campeones del Mundo. Saben que eso es una presión, porque si antes nos querían ganar por el sólo hecho de ser Argentina ahora nos quieren ganar más, esperemos que no sea un peso y que sigan entrando a la cancha a defender a muerte los colores. El respeto se nota, se ve, pero nosotros sólo pensamos en seguir trabajando para intentar seguir manteniendo el estampado de campeón por muchos años más, ganando títulos, manteniéndonos ahí arriba, trabajando en conjunto y haciendo crecer a las categorías juveniles porque son el futuro de la Selección.

 


-A futuro, ¿ven potencial como para poder extender el reinado?

 

-En la Argentina tenemos mucho de la técnica individual del jugador, eso es fundamental. La táctica uno la puede ir formando, inculcándoles cosas a los jugadores. La idea es seguir haciendo crecer a los Juveniles, mentalizándolos en que el día de mañana ellos pueden llegar a vivir de esto, que empiecen a sentir desde chicos lo que es el roce internacional y que tratemos de salir campeones cada vez que participemos en este tipo de competiciones, eso es lo fundamental.

 


-Por tu pasado en la Selección, ¿qué cosas les podés transmitir a los jugadores?

 

-Siempre tratamos de ayudar a los chicos, aconsejarlos no sólo en lo deportivo sino también a nivel personal. Por ahí a veces somos distantes, pero tratamos de que se entiendan los roles: yo como ayudante tal vez me acerco más en cuanto al factor humano, pero es algo difícil de manejar, siempre con respeto. Les llevo casi diez años a los chicos y el respeto es mutuo, buscando lo mejor para el equipo. Yo no tuve la oportunidad de jugar en Juveniles, jugué en la Mayor y es muy lindo ver a los chicos en un momento así: cómo comparten entre ellos, con otras selecciones, jugando al ping pong, tomando mate, sintiendo lo que es una competencia internacional, lo que es llevar la camiseta nacional… Ellos tienen que saber que son 14 chicos de un país en el que miles darían la vida por estar vistiendo esta camiseta, la tienen que sentir, defender por lo que es, lo que significa la Selección Argentina, sabiendo que hay muchos chicos que no pudieron llegar hasta acá.

 


-Diego Giustozzi ya avisó que éste es su último torneo con Juveniles y te pasó la pelota, ¿cómo esperás tu momento de conducir?

 

-Él venía trabajando con estos chicos en la Selección Sub 18 y me dijo que quería dirigir este torneo, pero la idea es que yo quede con Juveniles y él estará plenamente con la Mayor. Conociéndolos, en el próximo Sub 20 van a estar los chicos que dirigí en la Sub 17, vamos a seguir con la camada, los conozco a muchos, los estamos siguiendo. El recambio es importante porque si siguen trabajando bien los que están ahora van a empezar a subir a la Mayor… Son el futuro, es donde más nos tenemos que hacer fuertes, donde más tenemos que trabajar, compitiendo siempre a la par de Brasil, de Colombia, de Paraguay, de todos los equipos. Todos los equipos fuertes se forman desde abajo: mientras mejor calidad de Juveniles tengas, más chances de tener mejor equipo en la Mayor. Nosotros afrontamos el Mundial con jugadores grandes, se llegó tras un proceso muy largo, entonces mientras más puedas achicar el promedio de edad con estos chicos es muy importante.

 


-¿Cómo manejan con los chicos la baja de Dylan Vargas?

 

-Es fuerte, es duro siempre que perdés un jugador, más si es el capitán, un jugador de jerarquía, un jugador muy importante para nosotros que somos entrenadores y para los chicos. El tema psicológico es importantísimo en estos torneos, un equipo con confianza puede ser capaz de cualquier cosa, esperemos que no incida negativamente. En ese sentido Diego maneja muy bien los grupos, el aspecto psicológico lo lleva a la perfección y todos vamos a estar ayudando porque no podemos bajar, es lo que tiene el deporte: las lesiones están a la vuelta de la esquina, eso no puede ser una excusa. Tenemos que seguirá adelante, seguir compitiendo al 100%, sin regalar nada. Los chicos tendrán que esforzarse para poder dedicarles triunfos a Dylan.