La primera mitad se jugó con la intensidad propia de estos partidos clásicos, en los que se definen cosas importantes. Y pese a que el Rojo mantuvo una mayor posesión de la pelota, no consiguió llevarle demasiado peligro a Sebastián Saja. Por el contrario, Racing fue implacable. A los 37 minutos, Gustavo Bou, en una guapeada contra toda la defensa de Independiente, logró sacarse de encima a sus marcadores y definir. La pelota rozó en Gustavo Toledo, descolocó a Diego Rodríguez e ingresó mansa en el arco.
Apenas había transcurrido un minuto de la apertura del marcador, que Óscar Romero, quien momentos más tarde se retiró lesionado, remató de media vuelta desde afuera del área y la pelota se coló en el palo izquierdo de Rodríguez. Si bien sin las emociones del primer tiempo, el segundo también contó con opciones de ambos lados para marcar. Independiente, por medio de Diego Vera, y Racing, con Ricardo Noir, tuvieron aproximaciones pero no pudieron concretar.
Después de 14 años, Racing ganó en el Libertadores de América y sacó una buena ventaja pensando en la revancha, en el Cilindro.
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