Lo que debería ser normal, en tiempos marcados por la violencia se convierte en una noticia excepcional: el clásico salteño se jugará con la presencia de hinchas locales y visitantes.
El dato es para celebrar, porque el estadio Padre Ernesto Martearena será entonces escenario de un derby entre Juventud Antoniana y Gimnasia y Tiro, por el Torneo Federal A, que tendrá todos los condimentos que caracterizan a este tipo de cruces: intensidad en el campo de juego y mucho color en las tribunas.
El presidente del “Santo”, José Muratore, explicó que esto será posible porque “hubo un acuerdo con la policía”, que avaló la presencia de simpatizantes de los dos equipos. “Ojalá sea una fiesta, que la gente se porte bien y no haya inconvenientes”, suplicó el dirigente, que de todos modos tomará la precaución de ubicar en tribunas separadas a dos facciones de simpatizantes de su equipo que están enfrentadas.
Satisfecho por el acuerdo con las fuerzas de seguridad, el titular del “Albo", Marcelo Mentesana, reflexionó: "Las comisiones directivas debemos transmitir paz y es lógico que el clásico se juegue de esta manera”.
En lo futbolístico, la necesidad de Gimnasia y Tiro chocará con la tranquilidad de Juventud Antoniana: el equipo de José María Bianco necesita sumar tres puntos (quedan dos fechas) para asegurarse un lugar en la zona campeonato; para lograrlo deberá superar a un rival ya clasificado, que llega con ganas de darle un disgusto. Lo dicho: un clásico con todos los ingredientes, en el campo y en las tribunas.