Anotó nada menos que 36 goles en 35 partidos en Napoli. Condujo al elenco del Sur de Italia a la Champions League y alcanzó una marca récord. Pero, ya con la camiseta de la Selección, su ambición no disminuyó...
Primer tiempo. 31 minutos. Marcos Rojo avanzó por izquierda y centralizó en Higuaín, la referencia de área. Pudo haber aguantado el balón de espaldas, descargar. Pero el Pipita es un 9 de autogestión. Con premeditación, apenas se le arrimó la pelota metió el giro. Y, ya de frente al arquero, picó la definición con suavidad.
Inquieto, Higuaín se mostró por todo el frente de ataque, y se mostró participativo antes de ser reemplazado por Agüero, una actuación auspiciosa, antes de los partidos con los puntos. La buena noticia: la racha sigue, ahora en celeste y blanco. "Estoy contento, estos partidos sirven para tomar ritmo antes de viajar a la Copa", expresó, con el deber cumplido.