Volante mixto, de elegante finta y con buena visión. Así definen sus entrenadores a Nicolás Mercado, juvenil de 16 años que hoy forma parte de la Selección Argentina Sub 17 conducida por Pablo Aimar y Diego Placente. Claro, la misma que se entrena todas las semanas en el predio de la AFA preparándose para las competencias venideras, entre las que se destaca el Sudamericano clasificatorio para el Mundial de Perú, cita ecuménica que se disputará en Lima en octubre de 2019.
Retrato de un Mercado adolescente, que dejó en el pasado su partida hacia Europa con 15 años, en búsqueda de un sueño que ya camina a paso veloz. Pero el creador de ese sueño fue un Mercado pequeño, que dio sus primeros pasos al lado de una pelota en el club San Cristóbal, de su Santa Fe natal. "Ahí jugué en cancha de baby fútbol, hasta que me probé en Colón y quedé para cancha de once, donde estuve durante cinco años", recuerda el enganche categoría 2002. Luego, hace poco más de un año, Nicolás y su familia recibirían una propuesta para que el joven sea examinado por expertos del Calcio. El destino, Delfino Pescara 1936, institución que vive una renovación desde su refundación en 2009 y actualmente milita en la Serie B italiana. "Me fue bien en la prueba y tuve que decidir entre quedarme o volver a la Argentina, teniendo en cuenta mi corta edad y experiencia", confiesa el juvenil, que acto seguido despeja las dudas sobre la resolución de aquel conflicto interno: "Fueron meses en los que hablé mucho con mi familia sobre el tema, pero al ver el apoyo de ellos decidí ir por mi objetivo y aprovechar la oportunidad".
Viviendo en tierras abruzas (región italiana donde se encuentra instalado el Pescara), la promesa argentina desarrolló capacidades para adaptarse a varios puestos, haciendo del mediocampo su hogar futbolístico. "Trato de dar siempre el cien por ciento ya sea jugando de volante derecho o de enlace, el cuerpo técnico del Pescara pide que juguemos a dos toques, simple, y que cuando tenga chances de gambetear utilice ese recurso", aclara Mercado, que a continuación establece la ineludible analogía con lo trabajado en su primera semana con la Sub 17 albiceleste: "En la Selección la búsqueda va por tratar bien a la pelota; también jugar rápido y con precisión. Tras la pérdida, la presión veloz y el robo para volver a predominar en la posesión. Más allá de eso, nos piden que nos divirtamos como en el club".
Y al hablar sobre ese primer encuentro con la camiseta celeste y blanca, el santafesino nacido el 1 de marzo de 2002 es contundente: "Es un orgullo ser citado para el Seleccionado Nacional y haber llegado será inolvidable. Estoy cumpliendo mi sueño de chico y el de cualquier jugador nacido en nuestro país". Respecto de sus compañeros, admite que "conocía a algunos por haberlos enfrentado cuando jugaba en Colón" y comenta que "sólo tuve un colega argentino en Pescara". Asimismo, destaca que cuando viaja a la Argentina va a casa de sus familiares, que en su mayoría están en tierra criolla. "Allá en Italia vivo en la pensión del club, junto a otros 35 chicos que están en mi misma situación". Nada fácil. Todo esfuerzo.
Por último, antes de volver a su habitación para descansar de cara al segundo turno de entrenamiento de jueves, Mercado es consultado por su referente en la materia. Sí, no lo duda ni por un instante: "Leo Messi, siempre". ¿Objetivos? "Debutar en Primera y disfrutar de cada momento, de las distintas etapas". ¿La cima de sus deseos? "Jugar en la Selección Mayor".
Ganas no faltan, talento tampoco...