Fresnoy-Le-Grand es un pequeño pueblo a mitad de camino entre París y Lille. Casi mil kilómetros separan sus calles del estadio del Olympique de Marsella. La distancia no es excusa para Freddy, que ha recorrido más de una vez ese camino para alentar a su equipo. Tal trayecto no es nada comparado con los kilómetros que lo apartan de su gran pasión futbolística: Argentina.
La similitud entre los colores del conjunto francés y el albiceleste llamó su atención hace tiempo. Hoy, a los 34 años, adjudica su pasión a que "el pueblo argentino sabe que nada se da por sí solo y que hay que luchar para conseguir las cosas". No sólo admira a Maradona y al "prodigio" Messi, sino que recuerda a Batistuta, Riquelme, Zanetti, Ortega y Simeone. Incluso nombra a Luis González, quien fue campeón con el Olympique en 2010, rompiendo así con una racha negativa de 18 años. Marcelo Bielsa no falta en la recorrida argentina de Freddy: "Trajo el toque y la filosofía argentina a nuestro equipo".
El amor que Freddy siente por el juego argentino lo ha llevado incluso a pedir días en su trabajo para poder alentar a la distancia. "Yo respiro fútbol, como fútbol, sueño con el fútbol", afirma este francés que rompió el silencio de la noche al gritar el penal de Tevez en los cuartos de final de la Copa América.
"Después de enamorarme de Argentina, comencé a seguir a Boca Juniors. Nunca pude viajar al país pero sueño con hacerlo. Tengo tres hijos y uno de ellos sigue mis pasos, es un fanático de Messi", finaliza Freddy, con una sonrisa en el rostro.