09/08/2015

Genética futbolera

Cuatro años de diferencia. Un mismo sentimiento: el amor por la pelota. Concepto que sintetizaría la reunión de ambos hermanos, Federico y Luciano Vietto, en el césped de un campo de fútbol. Al mayor, el destino le deparó futuro español, y hoy milita en el Atlético de Madrid. El menor, con 17 años, está forjando sus primeras armas para salir a pelear por un lugar en el planeta de la redonda. Y su juego ya tiene premio, porque, además de desempeñarse para Racing, es citado por Miguel Lemme para integrar el Seleccionado Sub 17 de Argentina. Pero, ¿cómo empezó esa pasión por romper redes? Aquí, Federico Vietto nos confía su historia…

“Yo quise seguir los pasos de mi hermano, que desde chico empezó a jugar en un club de Balnearia, en Córdoba, donde nacimos”, recuerda el delantero. Y por obra de esas contradicciones que genera la vida, estos dos jugadores reconocidos por vestir la camiseta de La Academia establecieron su primer vínculo con el balón en el Independiente perteneciente a su ciudad natal. Quién lo diría, allí fue donde Federico comenzó a fortalecer una derecha que mutaría hasta meterse en el terreno de la intimidación. Léase: recurso que mete miedo cuando se lo tiene enfrente. “Pero esa etapa terminó a principios del 2013”, cuando el fútbol decidió darle una oportunidad a este novato goleador de cancha techada para que cambie de aires. De Buenos Aires.

Sí, el destino de los Vietto estaba lejos de casa. Y Luciano fue, por supuesto, “de gran ayuda para mí, porque él ya tenía experiencia en tierra porteña”. Ámbito desconocido para la otra joyita de la familia, pero que fue recorriendo poco a poco de la mano de su hermano, aunque por poco tiempo. Es que el mayor se mudó al año siguiente, porque los ojeadores europeos no dejan pasar oportunidad y el Villarreal se apoderó de su juego.

Sin embargo, y a pesar de la distancia, el 9 se adaptó al clima de Avellaneda. Y no sólo eso, sino también supo fabricar su propio estilo de juego. Menor en edad, pero más corpulento, Fede utilizó el pivoteo como arma principal.  Requisito aprobado por su club y, también, por Miguel Ángel Lemme, entrenador de la Sub 17, que hoy le enseña a defender la camiseta Celeste y Blanca. Desde chico. Desde las inferiores que vuelan en Ezeiza.

Ahora, el ex artillero racinguista que sorprendió a todos castigando vallas rivales en Primera División se enfila bajo el ala del Cholo Simeone, para vestir la rojiblanca del Atlético Madrid. Mientras, desde la otra costa, su hermano sigue progresando para enaltecer el apellido que porta.