Si la Academia rosarina está en la final de la Copa Argentina y aún mantiene la ilusión de arrebatarle el título local a Boca es en gran medida gracias a su goleador, Marco Ruben. Desde su retorno al país para vestir la camiseta de sus amores, el centrodelantero no ha hecho más que batir arqueros.
Los números están a la vista: los 24 goles que anotó este año son la mayor cantidad que un futbolista marcó en los últimos ocho años. José Sand, jugando para Lanús, convirtió 26 en 2008, una cifra que Ruben aún puede igualar o incluso superar.
Además, el 9 rosarino ostenta un promedio de gol envidiable: 0,75 por partido. Si se toma en cuenta el período 1990-2015, es el cuarto más alto entre aquellos jugadores que disputaron más de 30 partidos. Martín Palermo detenta los dos primeros lugares (0,92 en 1998 y 0,82 en 1999), mientras que Martín Cardetti aparece en el tercer lugar (0,80 en 2001).
Un año soñado para Marco Ruben, justo en su retorno a la institución de la que surgió. Seguramente, querrá coronar este extraordinario 2015 a nivel individual, con un título con Rosario Central.